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«Es difícil encontrar la felicidad dentro de uno mismo, pero es imposible encontrarla en cualquier otro lado.»

Arthur Schopenhauer

El sueño romántico de buscar y encontrar la pareja ideal

La búsqueda de pareja está siempre ligada a esta idea del amor romántico. Es la historia de dos personas que se encuentran por las circunstancias más inesperadas, unidas por el destino, y se sienten atraídas desde el principio, el uno por el otro. Quienes han tenido esta experiencia a menudo hablan de una chispa que saltó, que hizo clic o que hubo química.

El cuento continúa: Siguen más citas románticas, quieren estar juntos todo el tiempo y compartir cada momento que les sea posible. Incluso si la otra persona no está presente en ese momento, se están pensando todo el tiempo. Es el momento del enamoramiento. Incluye ensoñaciones, ilusiones, mucho contacto físico y endorfinas. De repente, todo tiene sentido y el mundo es perfecto: ¿Por qué? Desde el punto de vista de la psicología evolucionista, porque se satisfacen nuestras necesidades más profundas de afecto y aprobación (con una remota esperanza de procreación) y así está garantizada nuestra supervivencia.

Constructos sociales sobre la búsqueda de pareja y el enamoramiento

Incertidumbre

La búsqueda de pareja está ligada a más que supervivencia y procreación. Las relaciones amorosas están llenas de constructos sociales, valores y creencias. Son las historias que nos contamos sobre el amor y relaciones de pareja, las que crean expectativas adicionales y están ligadas a tantos supuestas y sobreentendidos que es fácil marearse.

Por ejemplo, no se debe buscar pareja, sino el alma gemela, que siempre te comprenda y te apoye al 100 por ciento en todo. Él/Ella debería tener los mismos intereses, comer la misma comida y ver las mismas películas. Para que tengas a alguien que comparta todo contigo y con quien siempre te sientas cómodo. Si hay demasiadas diferencias, simplemente no encajan y aún no han encontrado la persona indicada.

Así es como la búsqueda de una pareja se convierte en el sueño del “gran amor” que anhelas ansiosamente y que todos debemos encontrar en algún momento. De lo contrario no tendrás una vida plena?! Y al mismo tiempo hay tantas personas que sienten nunca poder alcanzar este sueño y aunque saben que van a sobrevivir sin pareja, hay mucho sufrimiento.

La ansiedad a la hora de buscar pareja

Obviamente es normal y bueno que los humanos estemos buscando afecto, conexión y alguien con quien compartir la vida. Sin embargo, al mismo tiempo, es importante preguntarnos cómo queremos acompañarnos a nosotros mismos durante esta búsqueda, para no maltratarnos innecesariamente con dudas y reclamos hacia nuestra propia insuficiencia.

Las personas que buscan el gran amor o la media naranja, pueden caer fácilmente en la tentación del autoanálisis constante y creer que, si no encuentran a la pareja adecuada, todo es culpa suya. Piensan que son demasiado complicados, no son lo suficientemente atractivos o simplemente son los únicos que no han entendido todavía que están haciendo mal.

Con estas preocupaciones, se sienten permanentemente inseguros, dan vueltas en la cabeza para descubrir nuevas estrategias y se frustran ante la supuesta propia incompetencia. Pero, ¿Cuál es el secreto? El mercado está lleno de guías sobre este tema, al igual que, de portales online y aplicaciones de citas diseñadas para ayudar a encontrar pareja.

Creencias que no te ayudan a la hora de buscar pareja:

1.      El amor verdadero existe y está en algún lugar ahí afuera esperándome:

La ilusión de la media naranja proviene de una demanda interna; la expectativa de que debe haber una persona indicada y exclusiva para uno mismo, como si fuera una parte natural de la vida, comparable con la expectativa de que nazcamos con dos brazos. Como resultado, constantemente te cuestionas a ti mismo y a los demás en términos de su «ajuste» a tus demandas y bajo el criterio de, como una persona debe ser para ti, lo que no es una buena base para una relación.

2.     Hay un secreto para encontrar la pareja ideal y debo descubrir este secreto:

Pensar que debe haber un secreto o algún factor clave que aún no has tomado en cuenta en tu búsqueda de pareja ideal, te llevará a pensar constantemente sobre cómo tú debes ser para el otro… como presentarte mejor, arreglarte mejor, cubrir tus fallas y resaltar tus atributos así que puedas convencer al resto. Entonces te tratarás como un producto que requiere constante vigilancia y te pones en la posición de un “objeto a la venta”. Eso es deshumanizarte e indignarte y no puede ser una alternativa para encontrar “felicidad”.

 3.   Si no estoy en una relación feliz, entonces no tendré una vida plena:

Si lo pensamos así, asumimos que tener una pareja es como alcanzar una meta. Un check más en la lista para la vida plena. Pero, aunque estemos en una relación considerablemente feliz, la vida no siempre se sentirá tan plena, sino la vida sin pareja tiene sus vacíos que llenar, así como lo demanda la vida con pareja. El viaje siempre continúa…

4.      No tengo la experiencia para saber cómo tener una relación feliz o estoy agobiada/o por relaciones tóxicas en mi entorno familiar, por lo que no tengo buenas bases para una relación sana:

Es bueno registrar que hay asuntos pendientes y temas de nuestra vida pasada que nos resuenan cuando estamos en una relación de pareja. Pero, esto no significa que eres incapaz de construir una relación sana.

5.      Las mujeres son así…/Los hombres son así…:

Generalizaciones y prejuicios siempre levantan fronteras, no permiten que se dé una conexión real con la otra persona.

En conclusión, el camino hacia el amor verdadero no es particularmente amoroso. En inglés le dicen a alguien quien está buscando pareja: «You have to put yourself out there”, es decir: “Tienes que ponerte ahí fuera, tienes que enfrentarlo, tienes que revelarte.» Y la idea de una pelea viene a la mente; hay que arriesgarse, hay que salir de la zona de confort, hacerse vulnerable y todo con una mezcla de mucha ilusión y poca esperanza. Con cada cita para encontrar pareja, uno se pone ahí afuera y suben las expectativas con el riesgo de caer en el piso nuevamente. Eso a la larga es muy agotador. Por lo tanto, me gustaría compartir algunos conceptos que pueden ayudar a acompañarse mejor en este camino.

Creencias que podrían acompañarte mejor a la hora de buscar pareja:

  • Nadie es adecuado o perfecto para otro (ni tiene por qué serlo), solo existen personas que por sus características personales se adecuan mejor a nosotros y a nuestras características personales, y encontrarlas no siempre es fácil.
  • No existe una forma específica y misteriosa de encontrar la media naranja. Solo puedes volverte más «acertado» para ti mismo. Eso significa pensar más en ¿Qué es importante para ti en cuanto a valores y principios que te guían en el contacto con los demás? ¿Cómo quieres ser con otras personas y dónde están tus límites?
  • El amor no es la vida, es solo una parte de la vida, que puede ser hermosa, pero también puede ser muy difícil, como todo.
  • Todos somos inexpertos y caprichosos al principio y aprendemos más sobre nosotros mismos con cada relación: La pregunta importante que debemos hacernos no es: ¿Qué tengo que aprender todavía sobre las relaciones/hombres/mujeres?, sino: ¿Qué estoy aprendiendo sobre mí en la relación?, ¿Qué se repite?, ¿Qué nuevos sentimientos o preguntas surgen?
  • Una relación «feliz» nunca es un estado al que se alcanza. La historia siempre continúa. Las relaciones son procesos de aprendizaje y eso es lo que las hace tan valiosas. Incluso para aquellos que ya han encontrado a la pareja supuestamente adecuada, pueden llegar graves crisis y tienen que afrontar el reto de mantener la relación.

Sé un buen acompañante para ti mismo

Por supuesto, hacer el esfuerzo de buscar una pareja no es malo, por supuesto que puedes tener expectativas y pensar que tipo de persona sería más adecuado para ti. Por supuesto, también tienes que salir de tu zona de confort de vez en cuando, cuestionarte, trabajar en ti mismo y claro, siempre te haces vulnerable al momento de salir a conocer una nueva persona. Pero no debes convertirte en tu propio juez/a en el camino, señalando errores y revisando rigurosamente que estás haciendo mal. No deberías tratar de doblegarte con la esperanza de aparecer más interesante o atractivo para los demás.

Preguntarte ¿Cómo quiero ser con los demás? En vez de ¿Cómo quiero aparecer ante los demás?, sería un paso amoroso hacia ti mismo y con el resto. Te permite convertirte en una persona más compasiva y auténtica y tarde o temprano, eso con más probabilidades te conduce a conocer a las personas adecuadas

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