Brindo atención de psicoterapia online personalizada desde cualquier lugar del mundo en español, alemán o inglés.

BlogES

Encuentra pertenencia sin importar en dónde estés.

Solo eres libre cuando entiendes que, no perteneces a ningún lugar, perteneces a todos y al mismo tiempo a ninguno. El precio es alto, pero la recompensa es magnífica.

Maya Angelou

Mi experiencia personal

Hace un par de años me encontré en un momento de desarraigo; de no saber qué hacía en el lugar donde vivía y así sentí que no había lugar para mí ahí. Me decía: tal vez no pertenezco aquí, porque no encuentro la manera de conectarme, no hay mucho con lo que me identifico y no puedo ser yo “como soy”. Lo sentí como una crisis de pertenencia, de estar en el lugar equivocado y buscaba formas de conectarme y de escaparme al mismo tiempo.

Sentido de pertenencia

Ya me encontraba fuera de mi país de origen desde algunos años. Por el otro lado, fue la misma crisis de no pertenecer, que me llevó años atrás a migrar desde el principio. Salí por gran parte de mi país, porque vi más oportunidades en otro lugar, pensé que podría hacer más cosas y que todo se iba a dar más fácilmente, como que se abrió un camino frente a mí. Pero sobre la marcha se presentaron nuevos desafíos y con eso también fue desafiado mi sentido de pertenencia. Según Krzyzanowski y Wodak (2008), es una experiencia muy común de todos los migrantes, quienes sobre la marcha se dan cuenta de lo distintos que son, por lo que entran en un dilema entre su origen y su actualidad. Escribí un artículo sobre esta experiencia en particular, que puedes leer aqui.

Finalmente, no sé si hubiera sido más fácil, si me hubiera quedado en mi país de origen o si me sintiera más perteneciente ahí, ahora. Solo entendí que pertenencia no se obtiene por cumplir objetivos personales, no me siento más parte del entorno al conseguir mis metas profesionales y familiares.

¿Qué hace entonces, que nos sentimos parte del espacio en el que vivimos?, ¿Es significativo que nos sentimos parte de algo? O tal vez, ¿Le estamos dando demasiada importancia?

Date pertenencia tu mismo.

Brené Brown (2017) define la pertenencia como “el deseo innato del ser humano de ser parte de algo más grande que el mismo.” Y refiere que, este deseo también hace, que intentamos de encajar, es decir, de forzarnos a ser diferentes para que nos acepten, lo que no nos lleva a una pertenencia real, sino un engaño para poder ser parte de un grupo. Entonces, a la final tiene un efecto contraproducente, porque genera esta sensación de soledad, por no poder ser autentico, y nos aleja de los demás y de nosotros mismos. Mientras que, la pertenencia real, nos da la sensación de ser valiosos y merecedores de amor y aceptación.

El desafío según Brown (2017) está en encontrar una forma de pertenecer, siendo autentico y para eso, según ella, pertenencia se debe convertir en una sensación o circunstancia interior de seguridad en sí mismo y auto-aceptación y al mismo tiempo, como un proceso constante de reafirmarse en la relación con otros, quienes nos pueden dar su aprobación y acogida o nos pueden rechazar. Al pertenecer a nosotros mismos (por ejemplo, desde nuestros valores y convicciones) y estar en la relación con autenticidad, no tenemos siempre la certeza de, que va a pasar y quien va estar con nosotros, pero es la única forma cómo podemos sentir pertenencia real. Según ella se trata de aceptar que, es un proceso doloroso, porque conlleva incertidumbre y que nos cuestionamos constantemente en nuestro ser.

Pero también, es la única forma de pertenecer que da libertad (como dice Maya Angelou: “Solo eres libre cuando te das cuenta que no perteneces a ninguna parte…”), porque solo así, dejamos de depender del espacio o de otras personas y de que nos den pertenencia. A partir de esta propuesta, la búsqueda del sentido de pertenencia se convierte en un proceso de salida de la zona de confort y en vez de que me desespero por no encontrar este lugar que da seguridad para siempre, acepto que este lugar, fuera de mí, no existe.

Encuentra pertenencia al estar con otros, aunque piensan diferente.

Me gusta mucho la propuesta de Brown y buscar formas de pertenecer a mí misma, fue parte del proceso de superar mi momento de desarraigo. Pero, seguía con la pregunta, qué pasa con las relaciones con los demás, al momento de buscar la pertenencia “solo” en mi misma: ¿Cómo puedo pertenecer sin los demás? La relación con otras personas es parte del proceso.

Pertenecer al grupo

Encontré una respuesta ante esta duda, en las propuestas de ética relacional de Sheila McNamee (2009), según la cual debemos dejar de buscar lo que queremos encontrar en el otro, para crear un punto de encuentro real… es decir, dar pertenencia al otro con lo suyo (sus valores, historias, percepciones, etc.) Y en vez de mirar, que queremos obtener, pensamos en, que podemos llevar a la relación. Desde este punto de vista, pertenecer es un proceso conjunto, que solo puedo atravesar apreciando la diferencia para aprender o crear algo nuevo y esta forma de crear me da pertenencia, desde la presencia con los demás. Viéndolo así, no se puede pertenecer a sí mismo o por sí solo, sino pertenencia se obtiene al estar presente, continuamente con el otro y es un proceso.     

Recuerda estos tres aspectos:

Pertenencia

  1. Sentir pertenencia no es un objetivo a alcanzar o encontrar un lugar (físico) seguro que me acoge; sino un proceso continuo de estar consigo y con los demás tejiendo relaciones, no solo para recibir aceptación y acogida, sino también de colaboración y aceptación de la diferencia.
  2. No es algo que puedes defender a palos, ni lo puedes mantener para siempre, sino siempre va haber momentos de desconexión, de soledad y no pertenecer a nada, que te sacuden y son necesarios para recalibrar.
  3. Lo significativo del sentido de pertenencia está en mirar constantemente cómo estamos con los demás (sin que se convierta en esta ansiedad de perseguir aceptación), lo que te hace cuestionar: cómo estás abriendo y permitiendo espacios de conexión, pero también… en cuanto el/la otro/a te da un espacio real, de tal forma que se puede construir algo en conjunto. 

 

 

Referencias

Brown, B. (2017). Braving the Wilderness: The quest for true belonging and the courage to stand alone. EEUU: Random House.

KrzyZanowski, M., & Wodak, R. (2008). Multiple Identities, Migration and Belonging: Voices of Migrants. En Identity Trouble (págs. 95-119). London: Palgrave Macmillan.

McNamee, S. (2009). Postmodern Psychotherapeutic Ethics: Relational Responsibility in Practice. Human Systems: The Journal of Therapy, Consultation & Training, 57-71