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“El saber –la ilusión de entender o la seguridad de un método- reduce la posibilidad de ver y empeora nuestra sordera para lo inesperado, para lo no dicho y lo todavía no dicho. Si siempre oímos y escuchamos de la misma manera, no podemos ver ni oír lo diferente y lo único.” (Anderson & Goolishian, 1988)

En terapia trabajo con un enfoque posmoderno, conocido como Prácticas Colaborativas y Dialógicas (PCD).

Este enfoque tiene su origen en los Estados Unidos donde fue desarrollado a partir de la terapia familiar sistémica. El principio básico es la imparcialidad del terapeuta, quien sale de su rol de especialista para poder escuchar realmente y entablar un diálogo co-constructivo con su/s consultante/s. 

De esta manera se produce un diálogo colaborativo, que no trata de interpretar o encajar al consultante desde la experticia, sino invita a reflexionar conjuntamente.

El/la terapeuta adopta una posición de “no saber”, asumiendo que el/la consultante es el/la experto/a de su vida. Pues, solo el/ella conoce los detalles de su vida y sus significados y el diálogo colaborativo le permite tener una voz propia al momento de expresar qué le funciona y que no le funciona.

La postura del “no saber” hace que el terapeuta toma una posición de curiosidad genuina desde la cual explora la situación del/la consultante mediante preguntas generativas y compartiendo reflexiones que abren nuevas posibilidades.     

Cualquier idea, reflexión o comentario que expresa el/la terapeuta, no pretende ser un consejo o indicación, sino una oferta o retroalimentación al servicio del consultante, quien decide acogerla o no.

Así se crea una conversación natural en la que el terapeuta y el cliente construyen una relación de socios, que trabajan y aprenden juntos y sucede automáticamente que, los clientes aceptan lo que tiene sentido para ellos y encuentran una nueva perspectiva para su situación.

La co-creadora de las PCD, Harlene Anderson (1999), escribió una vez que, en el diálogo colaborativo los problemas no se resuelven, sino se disuelven, ya que vamos conociendo y escuchándolas de una manera distinta.